El viejo
Puedes decir que yo estoy viejo
pero he visto tanto, y tanto he visto
que puedo probarte, pendejo,
que sos ignorante pasándote de listo
Soy pensante no esclavo, como vos, de antojos.
Mil experiencias llevo en cada arruga,
detecto tu arrogancia con justos ojos
y veo el desdén y egoísmo de tu alma en fuga.
Si, puedes decir que viejo estoy
más en cada uno de mis ojos hay una alforja
llena experiencias, consejos que te doy,
la sabiduría que el tiempo en la mente forja.
Allí guardo tus lágrimas de penurias
de aquellos sueños que no puedes realizar;
ahí esta la falsedad de todas tus lujurias
pues yo pasé por eso y no se puede olvidar.
La arrogancia es un error de juventud:
Creer poder o saber entonces la verdad,
olvidando que la verdad es una virtud
que no es de nadie, sino de la eternidad.
Que yo estoy viejo, puedes decir…
Pero acaso, ¿sabes lo que hoy dices?
He visto tanto que no puedo mentir:
he vivido la vida que tu maldices
pasándote de sabio, oh, triste ignorante;
tu mente hueca aun esta vacía
pero pretendes, cual tonto farsante,
hacer solo tuya, sin alcanzar, la sabiduría.
Si, yo admito: he gastado mis años;
son cortos mis días, se acaba mi vida,
muchas juventudes he visto, en colores y tamaños
desfilado ante mí, airosas, en marcha perdida.
Si, yo estoy viejo, cierto, ya lo sé;
pero se muchas cosas que no sabes vos
estas muy joven para saber lo que sos
o la verdad que niegas sin saber que fue:
En la vida siempre quien sabe y no sabe son dos
Yo, ahora viejo, vivi mi vida y todo eso… lo sé.
© – “El Viejo” por Miguel Ángel Soto Flores
Stanton, CA USA – 6 de mayo, 2018
